Encuentro
Proyecto Encuentro

Ideas de La Fundación Encuentro para la transformación argentina. Peronismo Republicano
Trabajo Productivo
Trabajo para cuarenta y cinco millones de argentinos
El espectro de la desocupación es la antesala de la pobreza. En el último año se perdieron cerca de un millón de puestos de trabajo y dejaron de buscarlo otro medio millón. La desocupación ronda al 15% de la población económicamente activa y la subocupación el 18%. El centro de ese drama es el Conurbano de la Provincia de Buenos Aires. Las malas políticas han matado la iniciativa privada y la inversión, y sin inversión y aporte de tecnología no hay posibilidad de crear fuentes de trabajo. Sin trabajo no hay ingresos y para compensarlo el Gobierno solo sabe crear planes. Así ha crecido el “pobrismo” fuente ideológica del atraso y del clientelismo basado en la necesidad de sobrevivir de una parte creciente de la sociedad, desocupada o mal ocupada, condenada a la visita cotidiana de comedores y merenderos, alimentada a polenta y caracú, cuando lo hay. Es necesario revertir esta situación y la única solución es volver a recuperar la dignidad del trabajo y para ello hace falta que las empresas puedan volver a invertir, que los emprendedores y los cuentapropistas cuenten con crédito y con un sistema tributario razonable, que el Gobierno tenga un gran Plan Nacional de Empleo y que la educación sirva para crear hombres y mujeres con futuro y no nuevos pobres.
Inflación vs Economía
Hay que terminar con la inflación para terminar con la pobreza
Nos han convertido en un país rico con un pueblo pobre. La incompetencia de los gobiernos, la persistencia de la inflación, que es el impuesto a los más débiles, y la incapacidad del sistema económico actual para generar trabajo, nos han llevado a una tasa de pobreza cercana al 45% y a una indigencia que expresan condiciones de vida inadmisible en nuestro país para millones de nuestros hermanos, de niños y niñas, de jóvenes y de mujeres, de hombres sin trabajo y de ancianos sin recursos ni cobertura social. Por ello resulta imprescindible centrar la política económica en la rápida eliminación de la inflación y en la creación de empleo. La pobreza con planes se vuelve eterna y creciente, solo con trabajo y estabilidad monetaria podremos eliminarla.
Educación
EDUCACION BASICA
1.- TEMAS PARA EL DEBATE
El Estado está en crisis. Su capacidad para gobernar y administrar políticas públicas complejas como la educativa ha llegado a un punto tal que produce un creciente deterioro en la calidad y equidad del servicio.
Las leyes que regulan el sector se cumplen parcialmente. Los acuerdos del Consejo Federal de Educación derivados de ellas no se convierten en programas para la enseñanza adentro de las aulas de todo el país. Sin embargo los títulos y certificados de estudio tienen validez nacional.
Tanto en el nivel nacional como en el provincial no existen sistemas de gestión y tecnologías para monitorear y evaluar de manera sistemática los aprendizajes de estudiantes, la formación y el desempeño de los docentes y la calidad de las instituciones formadoras.
El sistema carece de transparencia y las familias y la sociedad en general desconocen la calidad del servicio que brindan.
La acción del sindicalismo docente es más de obstrucción ideológica que de defensa profesional.
Las regulaciones laborales no favorecen el desarrollo de una verdadera carrera profesional.
La formación docente es deficitaria, está sobredimensionada y sin control.
2.- PACTO NACIONAL POR LA CALIDAD Y EQUIDAD DE LA EDUCACION
La complejidad de los problemas descriptos requiere un debate informado y un pacto nacional por la calidad y la equidad de la educación que posibilite:
1) el cumplimiento de las leyes vigentes,
2) el debate y sanción de una Ley Nacional para la Docencia que incluya una nueva carrera profesional y regule la calidad y oferta de las instituciones formadoras.
Inserción Internacional
Rescatar Nuestra Política Exterior
Una política interior que, hacia adentro, promueve la democracia, la república, los derechos humanos y una economía capitalista, abierta y competitiva necesita expresarse de la misma manera hacia el mundo. Nuestras alianzas no deben ser distintas a nosotros mismos, porque un país es afuera lo que primero sea adentro. En el mundo de hoy no se puede crecer hacia adentro si no se vincula profundamente con quienes en el mundo guardan la misma sintonía. Los estados, como las personas, son fácilmente entendibles si se repara en quienes son sus socios y acompañantes más cercanos, porque no existe país alguno que crezca y se consolide en soledad y resulta urgente rescatar a la política exterior argentina del actual rumbo de deriva hacia el aislamiento y la irrelevancia.
Nuestra pertenencia planetaria a los principios democráticos universalmente aceptados, a la cultura occidental a la que pertenecemos y al ámbito latinoamericano de nuestro accionar más inmediato debe quedar sólidamente establecidos, como un compromiso de toda la sociedad en la condición de una verdadera política de estado.
Justicia
REFORMA JUDICIAL SENCILLA Y POSIBLE
Nuestro sistema judicial no necesita reformas revolucionarias, sino cambios que sean simples, pero fundamentalmente que sean posibles.
Es fundamental, con el devenir de estos tiempos, cambios en el procedimiento en el sentido que apunten a una mayor celeridad en los plazos para la resolución de conflictos. Herramientas, como la informática y tecnología, que nos permitirían la digitalización e informatización completa de todos los expedientes, acelerarían en forma considerable todos los procesos lo que daría una mayor eficacia y celeridad a todos los procesos en todos los procesos judiciales.
Las profundizaciones de la mediación, más sumado a un sistema de acuerdo entre partes y arbitrajes de equidad ayudarían más aun a estos cambios.
Sera motivo de análisis a futuro la ampliación del número de miembros de la Corte Suprema como así también la creación de tribunales de Casación en materia Civil y Comercial, en el entendimiento que ayudaría a una mayor celeridad de todos los procesos.
Una justicia lenta no es justicia.
Seguridad Ciudadana
1) El círculo vicioso: impunidad - violencia - inseguridad
En su versión literal, impunidad significa ausencia de castigo. Ante la perpetración de un delito, el sistema judicial -diseñado para llevar a juicio y castigar a los responsables- se encuentra ausente o no entra en funcionamiento. Cuando esto ocurre la noción misma de justicia, sustento esencial de la convivencia democrática, se ve profundamente distorsionada. Los responsables de tales ilícitos, al constatar que pueden violar la ley impunemente, encuentran aliento para seguir cometiendo esos crímenes: el círculo vicioso es perfecto.
Es necesario profundizar más en el debate general sobre la impunidad. La discusión en cuanto a la obligación del Estado de administrar plena justicia y cuáles han de ser las expectativas de las víctimas, aún sigue abierta. Habrá que generar el consenso de que también en esas situaciones, quienes sufrieron la violación de sus derechos, han de ver satisfechos todos sus reclamos legítimos. Para esto es necesario reconocer la estrecha interrelación existente entre los mecanismos de justicia, el esclarecimiento de la verdad y la reparación y prevención del delito.
El tiempo es hoy, de lo contrario, estaremos enterrando a la doctrina del Estado de Derecho, que presume que nadie, incluyendo a los funcionarios y los gobernantes, se encuentra por encima de la ley.
2) No son niños sin oportunidades sino jóvenes en conflicto con la ley
Cada vez son más jóvenes y cada vez más violentos. Para ellos, su vida nada vale y la del otro menos aún. El espacio público ya no le pertenece a nadie más que a ellos que, a través del principio de territorialidad, lo toman. Nadie se anima a decirlo, pero es así: los delincuentes, que son cada vez más jóvenes, comprenden lo que hacen y salen jugados a las calles.
Sería torpe negarlo: la discusión ha retrocedido enormemente en los últimos años. El progresismo, por prejuicio y el centro, por culpa, se instalaron en el problema con espíritu de permanencia. Lo analizan en lugar de resolverlo.
No se puede encarar la transformación apelando a recetas fracasadas en experiencias históricas ajenas, ni se puede reincidir en recetas fracasadas en experiencias históricas propias.
El Estado debe recuperar su rol de garante del orden, la libertad y la paz social. Esto incluye la creación de un régimen penal juvenil con imputabilidad a partir de los 14 años.
Si no actuamos con determinación estaremos contribuyendo a contemplar la historia, el lugar de protagonizarla; a sufrirla, en lugar de construirla; a resignarnos a ella en lugar de vivirla como un desafío.
Sólo podremos solucionar el problema si hacemos a un lado la anteojera monocolor que maltrata la inteligencia de los hechos, y asumimos la realidad en su justa dimensión. No son niños sin oportunidades, sino jóvenes en conflicto con la ley penal que eligieron el camino del delito.
3) Extranjero que delinque se va de la Argentina y no puede volver a ingresar
Es preciso retomar la esencia cultural de la recuperación argentina. La cuestión consiste en integrar nuestra visión del mundo sin gafas prestadas y sin miopías torpes. Demasiados errores -no menores- con han convertido en moradores de una casa desconocida, y en forasteros superficiales del mundo.
Se nos presenta ahora un desafío gigantesco de inteligencia, de creatividad y de eficacia, para evitar las deformaciones y efectuar una correcta lectura de los cambios internacionales.
En ese sentido, la Argentina debe ser un país abierto a los inmigrantes y permeable al ingreso de gente de bien que quiere venir a nuestro país a vivir y trabajar; no obstante, debe ser restrictiva para las prácticas delictivas.
Debemos retomar de inmediato la senda trazada por el decreto 70/2017, que acortaba los tiempos para definir la expulsión de un extranjero con antecedentes penales, e instituir condiciones más rígidas en relación con las causas que pueden impedir el ingreso y permanencia de extranjeros en la Argentina cuando estuvieren condenados o contaran con antecedentes penales.
Lejos de la discriminación y la estigmatización, se trata de reconstruir la comunidad y desterrar la decadencia como una fatalidad.
4) Motochorros
Es imperioso incorporar como agravante en los delitos de robo y hurto la utilización de motovehículos, puesto que incrementa considerablemente la capacidad ofensiva de los autores en detrimento de las víctimas.
5) Drogas
Ante una adicción, el dilema sistema de salud o sistema penal reclama una solución definitiva y audaz: legalizar el uso del cannabis tomando como modelo los paradigmas de Uruguay y Canadá.
Asimismo, se requiere la elaboración de programas inteligentes de reducción de riesgo y de daño en el uso de sustancias estupefacientes y alcohol.